Apuramos al máximo nuestra estancia en Peptpenoun. Aprovechamos la mañana del último día para descubrir un lago-cráter, un tipo de accidente natural que Camerún debería patentar, pues les encanta añadir la coletilla "cráter" a todas las masas de agua que tienen repartidas por el país.
Excursión al lago-cráter |
A
nosotros los lagos que más nos gustan son los artificiales con cloro:
¡las piscinas! así que no podíamos irnos de Peptpenoun sin darnos unos
buenos chapuzones.
Piscina de Peptpenoun |
Y también sacamos un rato para otra de nuestras pasiones: los mbororos (interés que nos contagió nuestra querida Antropòloga Innocent). Visitamos un pequeño poblado, nos asustamos del rebaño de cebús y charlamos con las siempre acogedoras mujeres.
Poblado mbororo |
Aquí termina nuestro viaje por el norte de Camerún, dos semanas y media de aventuras continuas descubriendo una zona imprescindible del país. Unas verdaderas vacaciones con un final de lujo.
Volvemos a Yaundé tristes por terminar este viaje, pero con muchas ganas de disfrutar de "nuestra" cotidianidad las pocas semanas que nos quedan. Además, en breve llegan Jaime y Raquel y empezaremos con ellos otra maravillosa aventura: nuestra despedida de Camerún.