Marzo en imágenes

Jugando

Visita de un hispanoclub al centro cultural

Un cole en la selva

Pelucón

Fanta de naranja

Micho

La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y ya empiezan a llegar las primeras visitas. No esperábamos que muchos aventureros se animasen a venir a descubrir el África negra, así que nos alegramos muchísimo cuando nos llegó el mail de la Santaella diciendo que el viernes 26 de marzo aterrizaban en Yaundé. Tampoco nos imaginábamos que íbamos a compartir nuestra casa con un gato camerunés. Fernando, el sevillano al que visitamos en Limbe, se ha vuelto a España y vamos a quedarnos con Micho hasta que le den su pasaporte.

Mañana emprendemos el viaje más esperado del año. Nos vamos a la región de Adamawa, al norte del país. Once personas, siete días y cientos de kilómetros para descubrir otros paisajes y otras vidas africanas. La aventura comienza con 14 horas de tren de Yaundé a N’gaunderé, por la noche y sin ninguna luz dentro de los vagones.

¡¡Nos han jodido!!

¡Vaya semanita que llevamos! El Estado camerunés y el Estado español se han confabulado para hacernos la vida imposible. A Coque no le renuevan el visado porque no tenemos el acta de matrimonio ni nada que demuestre nuestra relación. Y además  la ministra Sindescargas nos impide conectar con el servidor de RTVE para bajar nuestros programas favoritos: Saber y Ganar y Muchachada Nui.

Al final las cosas se van solucionando. Revisando la forma de bajar las cosas de TVE A la Carta conseguimos recuperar la conexión y continuar viendo lo que nos gusta. Y ayer, tras varias semanas de trámites, papeles, encuentros y desencuentros con la burocracia camerunesa, visitas al Jefe de Policía de Fronteras, gracias a la dulzura de Patricia y a la tarjeta de visita de Canciller de Nieves, parece que conseguimos el visado de seis meses. Y digo parece, porque hasta que no pongan el sello y la firma no podemos estar seguros de nada. El lunes, inshallah, podremos contaros el desenlace.

Así que nos han jodido, pero menos de lo que pensaban...

Journée de la femme

Siguiendo con los días festivos y reivindicativos, hoy 8 de marzo se celebra el Día de la Mujer. Si bien, soy yo el que está escribiendo esta entrada y no Vanessa, que ha tenido que  ir a trabajar. En mi colegio, dirigido por una mujer (monja e ingeniera agrónoma) han dado el día libre a todos los trabajadores. Sin embargo, en la Embajada, mayoritariamente femenina, no hay día de la mujer que valga.

Cada año el gobierno pone a la venta una tela diferente, que los hombres deben regalar a sus mujeres. Ellas confeccionan sus vestidos y salen a desfilar. La ceremonia la preside la Primera Dama, Chantal Biya.

Algunas aprovechan la ocasión para ver y criticar los modelos de sus compañeras.  

 

Otras, más reivindicativas, se niegan a ponerse la tela y reclaman un auténtico debate sobre la situación de la mujer en Camerún, en lugar de tanto desfile, tanto baile y tantas cervezas en el bar.

Lo que todas hacen, de una manera o de otra, es disfrutar del día en que son  las protagonistas. 

Vanessa lo celebrará presidiendo el jurado del festival internacional de cine de mujeres Mis Me Binga (Miradas de Mujer). 

¡¡Feliz Día de la Mujer a TOD@S!!

Sábado en la Misión

Ahora que conocemos a más gente gracias a la labor de Vanessa en temas de cooperación, podemos descubrir nuevos parajes y salir un poco de la capital. Este sábado aprovechamos y fuimos a la misión de la congregación Sagrado Corazón de Jesús en Bikop, un pequeño pueblo en mitad de la selva. Con la excusa de revisar una sencilla instalación solar, pasamos allí el día visitando la zona.

Catedral de Mbalmayó

Por primera vez prescindimos de nuestro taxista de confianza y nos aventuramos a coger un car (un minibus en el que se meten más personas de las uno pueda imaginar). Llegamos temprano a Mbalmayó, una ciudad a media hora de Yaundé, donde nos recogieron las hermanas y con ellas nos adentramos en la selva. De Mbalmayó sólo nos dio tiempo a ver la catedral, así que pronto volveremos a visitar la famosa escuela de cerámica.

Como estamos en época seca, el camino de tierra estaba practicable y llegamos sin problemas con el 4x4. No nos podíamos imaginar que en medio de toda aquella vegetación encontraríamos una iglesia enorme, construida emulando Nôtre Dame, y una misión con un dispensario, un colegio, una casa preciosa y un pozo recién hecho por los chinos. 

iglesia de la misión

el patio del colegio en la selva

En nuestra visita, a parte de las hermanas (médica, farmaceútica y profesora) nos acompañó un matrimonio italiano que nos describía los países en función de sus templos sagrados. Raros-raros, pero simpáticos. Comimos ensaladilla rusa y filetes empanados, como si nos hubiésemos ido de merienda en el pueblo.

Coque volvió a las andadas y se subió al tejado para revisar las placas solares

Antes de marcharnos, fuimos a visitar un santuario que han construido en lo alto de una montaña, con una vista privilegiada. Allí vive una congregación contemplativa llamada "Oasis de la Paz", que se dedica a rezar por la paz en el mundo.

Mbalmayó visto desde el santuario

El viaje de vuelta en el car fue más animado. Una mujer empezó a acusar a su compañero de asiento de machista, se enzarzaron en una discusión a la que se unió todo el autobús. Veinte mujeres gritando a este hombre que no se achantaba. Al final él, muy digno, dijo: "Lo siento, pero los hombres somos así" y una mujer, más digna todavía, le respondió: "Ya lo sabemos y aún así ¡os queremos!"

en el car volviendo a Yaundé

Rond-Point Nlongkak

A parte del título del blog, Nlongkak es el nombre de la rotonda (rotóndola, raqueta o cómo ustedes gusten) que está cerca de casa. Origen y destino de todos nuestros viajes en taxi. No sé cuándo la construyeron pero, por sus dimensiones, debe de ser una de las más grandes de Yaundé, junto con la de la Poste Central.

Nlongkak es además nuestro punto de reunión habitual, ya que está debajo de casa y tiene todo lo que necesitas, desde cabezas de cocodrilo para hacer brujería, hasta sandalias de todos los colores y tamaños, supermercados, manicura y pedicura mientras esperas el taxi, dos gasolineras, un pequeño estanco y, lo más importante, bares y cabarets. Pero sin lugar a dudas, lo mejor de Nlongkak es el Bunker, sitio de paso indispensable para la colonia española de Camerún. Cervezas a buen precio y un pollo y un pescado de chuparse los dedos. Eso sí, es preferible ir de noche, con la fresca, pues durante el día está bastante desangelado.

En las aceras de la rotonda se colocan las vendedoras de cacahuetes. Se pasan la mayor  parte del día sentadas bajo una sombrilla rellenando pacientemente las botellas con los arachides, pero en cuanto cae la noche desaparecen y su lugar lo ocupan otros tipo de comerciantes: mamás asando pescado, vendedores de zapatos o simplemente un call-box nocturno. También hay muchos puestos de comida: alones y patas de pollo, brochetas o manitas de cerdo. En cualquiera de estos sitios por 1€ puedes degustar la auténtica parrilla camerunesa.

¡Todo esto y mucho más es el Rond-Point Nlongkak!