domingo, 4 de julio de 2010

La boda y los cuartos

Tras la victoria contra Portugal surgió la duda, ¿qué vamos a hacer el sábado con la boda? Hasta ese momento no habíamos caído en que el partido de España para llegar a semifinales coincidiría con la boda de Beatrice, secretaria en el colegio Jesús-María, y Nicanor.

Con el novio
La hora del partido estaba clara, las 19:30, así que las de la boda habría que reconsiderarlas. Gonzalo, Vanessa y yo nos saltamos la ceremonia civil de las 9 de la mañana y fuimos directamente a la iglesia con nuestros trajes confeccionados con la tela oficial de la boda. Nada más llegar nos dispusimos a averiguar la verdadera hora de comienzo de le diner dansant (la cena bailonga). La novia nos confirmó que la idea era empezar a las 21:30 pero que era costumbre poner en la invitación las 20:00 (bien précises) para asegurarse de que todo el mundo llegara a tiempo. Así que sabiendo que podíamos ver a España sin problemas, disfrutamos de más de dos horas de celebración religiosa en una de las iglesias más antiguas de Yaundé (de 1904).

Coque con sus compañeros de trabajo del colegio Jesús-María
Podéis pensar que una misa tan larga puede ser aburrida, pero todo lo contrario. La mezcla de tradiciones adoptadas y propias resulta más evidente en las celebraciones. Hay un poco de todo, novia de blanco, damas de honor y también danzas, gritos, plantas bamilekés y, sobre todo, mucha alegría y emoción. Pasamos toda la misa con una media sonrisa de sorpresa y diversión. 


De las 16:00 a las 19:30 teníamos descanso de boda y tiempo para reposar antes de la noche que nos esperaba. Nos dio tiempo a escuchar el último gol de Alemania en su victoria contra Argentina. 

El partido de España lo vimos en casa de Gonzalo, vestidos con la ropa de la boda y dispuestos a salir pitando a la cena. Tras un primer tiempo aburrido, no nos podíamos hacer a la idea de lo que iba a pasar en el segundo. Empezamos con un ojo en la tele y el otro en el reloj, pero los penaltis y los postes nos hicieron olvidarnos de la novia, de su regalo y de la tarta. El gol de Villa aclaró el paso de España a la semifinal y a nosotros la noche, teníamos vía libre para ir a bailar y disfrutar de la tercera parte de la boda.

Si la ceremonia religiosa fue una fiesta, imagináos cómo fue le diner dansant. Llegamos con más de una hora y media de retraso y aun así no nos perdimos el discurso inagural del presentador de la gala, los agradecimientos de los esposos y los primeros bailes. Una hora más tarde el maestro de ceremonias abrió el buffet y con un rigurosísimo orden fuimos sirviéndonos. Terminado le diner, tocaba el turno del dansant.

Con la novia
Los primeros en bailar fueron los esposos junto con los invitados honorables, entre los que estaba incluído un sorprendido Gonzalo. Y después, el resto de invitados saltamos a la pista a echarnos unos bailecitos africanos. La verdad es que echamos de menos el típico pasadoble que siempre te saca de un apuro. Pero lo mejor de la noche estaba por llegar: la entrega de regalos. 


Todos los invitados nos colocamos en fila y bailando íbamos acercándonos a la pareja para darles nuestro cadeau. Yo, sin ser un bailongo, pasé la prueba con cierto ritmillo. Y ya puestos, terminamos la noche bailando los grandes éxitos actuales cameruneses: Lady Ponce, Kirikou, la canción de Eto'o y la canción del mundial de Shakira (para quien no lo sepa, copia de otra camerunesa).


¡Vamos España!

2 comentarios:

  1. por lo que veo en la foto, la única valiente que se atrevió a ir al completo con la tela oficial fue vanessa!!! qué gallinas el resto!!!! jojojojo

    saludos a todos!!

    :)

    ResponderEliminar
  2. Te queda bien la camisa de la boda,¿así vas a venir de colorido a España para celebrar el mundial ganado?.Ja,ja,ja¡¡que mala soy!!.

    ResponderEliminar

¿Te ha gustado? Cuéntanoslo