- Alô, c'est qui? - dice Mbouobou Njikam Mama.
- El sultán de Fumbán quiere hablar contigo - le responde una misteriosa voz.
Extrañado y curioso, ese mismo día, Mama coge el autobús para Fumbán (una ciudad a 5 horas de Yaundé) y se presenta lo antes posible en el palacio del rey de los Bamún. Es la primera vez en su vida que cruza esas puertas. Está muy nervioso, no sabe para qué lo ha hecho llamar, ni siquiera sabe cómo dirigirse a una persona tan importante.
El sultán, un señor de 84 años, lo recibe sentado en un escritorio, despojado de todo signo de grandeza: sin turbante, ni oros, ni capa. Mama casi ni lo reconoce.
- Me alegra que hayas venido. Tengo un problema con mi ordenador y me han dicho que tú te entiendes con estas máquinas.
- Me gusta la informática, excelencia. ( o ¿será majestad? o ¿simplemente señor? )
- Necesito tu ayuda porque me gustaría tener internet.
Mama va a Camtel (la empresa de telefonía camerunesa) y pide que instalen internet en el portátil del sultán.
- Me han hablado de algo llamado "skype" y me gustaría tenerlo porque una de mis ocho mujeres es americana y ahora mismo se ha ido a Estados Unidos y quiero hablar con ella y verla.
Mama le instala el skype, buscan a la esposa americana, la llaman y encienden la webcam.
- ¿Cuántos dedos estoy sacando en la mano derecha? - le dice el sultán a su mujer, pues no cree que realmente ella lo esté viendo desde la otra parte del mundo.
Que fuerte! Dile que realice un documental, la realidad siempre supera la ficción! Un saludo a todos y hasta pronto!!
ResponderEliminarEn el fondo, una gran historia...
ResponderEliminarSaludos mes amîs
Estas cosas solo pasan en Camerún !! Allí pasan muuuuuuchassss más cosas !
ResponderEliminarNIEVES
Seguimos a la espera del lanzamiento de la idea para el documental.
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