martes, 24 de agosto de 2010

Historias de Roma

Estas vacaciones, además de pasar muy buenos ratos con la familia y con nuestros amigos en  Guadalajara, Madrid, Hoyo y Ávila, nos han permitido escaparnos unos días a Italia. Hemos estado muchísimas veces en Roma y unas cuantas en Campobasso (por mucho que les sorprenda a los italianos), pero quizás esta vez haya sido una de las más bonitas. 


Llevando como guía Historias de Roma de Enric González, hemos descubierto sitios nuevos y visto con otros ojos los lugares de siempre. Fue muy divertido seguir sus huellas, aunque tampoco pudimos dedicarle demasiado tiempo porque nosotros mismos teníamos muchas historias que añadir a nuestra Roma.

Aquí vivió Enric González

Iria y Angelo nos dejaron su nidito de amor y en él estuvimos la mar de a gusto. La casa es tan acogedora porque al entrar sientes que allí los piccioncini han construido su hogar, aunque ahora uno esté viviendo en Ankara y la otra en Locarno, así son las cosas de la vida.

 ¡Qué bonita es la casa! Grazie mille

Laura y Marek son il ponto di riferimento. Siempre que vamos están en Roma, amables y dispuestos, en su casa con la hamaca y el limonero, quejándose del estado en que se encuentra Italia y luchando para que cambie.


Pero si este viaje ha sido emotivo, ha sido por ver a la familia Whitmore-Ceccarelli y a la familia Rossi-Bova. La simpatía de Beniamino nos cautivó y la pancia de Nicoletta nos emocionó. Nos marchamos con la felicidad de haber compartido con todos ellos un momento muy importante es sus vidas. La próxima vez que nos veamos, el piccolo Beniamino nos saludará en inglés y en italiano y el piccolo Giulio seguro que se come un bel piatto di pasta. 


Además tuvimos tiempo para reírnos con las ocurrencias de los simpáticos Marcos, de comentar los progresos de la casa con Memme e Irene y de ver los cambios de la Cittá dell'Utopia.

 
 

Nos quedaron amigos por ver y sitios donde ir. Roma es así, siempre te obliga a volver.

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