Hasta ese momento todo fue fácil, pero una vez que los novios dieron el "sí quiero" empezaron las dificultades. Empezó a llover a cántaros y no pudieron hacerse las fotos de rigor. Corrimos a los coches y la comitiva emprendió la marcha hacia el village, un pueblecito en medio de la selva, donde se iba a celebrar el convite. A los diez minutos de salir, nos encontramos con el camino cortado porque un árbol había caído encima de una furgoneta. Rápidamente sacaron los machetes y cortaron una parte para que pudiesen pasar los coches. Pero fue un poco más adelante donde empezó la verdadera gran odisea, dejamos atrás la carretera asfaltada y cogimos una pista de tierra que con la lluvia se había convertido en una pista de patinaje: ¡rally por el pachute! Tardamos más de una hora en recorrer cinco kilómetros.
19h. Llegada al pueblo sin luz |
pasando el rato |
20h. llegaron las cervezas |
21h. llegó la luz |
21h30. llegaron los novios |
00h30. llegó la comida |
1h30. llegó la música |
la iglesia-hotel donde dormimos |
esperando el desayuno |
pachute |
Qué envidia me dais en esas bodas con grandes éxitos africanos!!!!
ResponderEliminarángEL.
Menuda odisea para contar a los nietos.Je,je,je.
ResponderEliminarIrene Garrido.
!Qué risa! Nuestra aventura fue más corta pero igualmente paciente!
ResponderEliminarLivia