Domingo 20 de noviembre de
2011: Mora - Koza- Mokolo
20N: día de elecciones en España, aún no se
han cerrado los colegios electorales. Estamos perdidos por las montañas y nos
acabamos de dar cuenta, gracias al cuaderno, que hoy es un día importante en España. Para
nosotros también ha sido un día muy importante, un día más de este estupendo viaje.
|
Desayuno en la plaza. Integrándonos en Mora |
Hoy nos hemos levantado en
Mora, después de una noche polvorienta, como no
podría ser de otra manera en esta ciudad. Es domingo y es día de mercado. El itinerario de este viaje lo vamos trazando según los días de mercado, pues esos días los pueblos están mucho más animados. Según dice la guía éste es uno de los mercados más espectaculares de África Central, pues hasta a él se acercan mercaderes de Nigeria y del Chad, además de todos los comerciantes cameruneses de las montañas.
Desayunamos una tortilla con los
paisanos y nos adentramos en el
mercado. Lo recorremos de arriba abajo varias veces, perdiéndonos y encontrándonos una y otra vez,
buscando artículos raros, frutas extrañas, pero sobre todo, sombra. Es grande, variado y colorido, con todas sus
secciones ordenadas: las verduras, las ovejas, el pescado seco,
las bicicletas, la tecnología y...
|
el mijo |
|
las tinajas de barro |
|
las alfombras |
|
los arrachides |
|
el ndolé |
|
las especias |
|
las cebollas |
|
el piment |
|
y los omnipresentes plásticos |
A mediodía, después de charlar un rato con Yero, un
amigo que hicimos ayer, cogemos la moto rumbo a
Koza, donde nos
esperaba otro mercado. Más pequeño pero también variado y colorido. Si bien, a
estos mercados les falta la gracia del
bil-bil, tan frecuente en los mercados
de montaña. Pero bueno, la carne de Koza está muy buena y la Coca-Cola muy fresca. ¿¡Qué
más se puede pedir!?
|
Al mercado de Koza acuden los habitantes de todos los pueblos de alrededor |
|
a comprar patatas |
|
ropa |
|
o camisetas de fútbol |
Un poco antes del atardecer, cogemos otra moto que nos ha trae a Mokolo, pasando por la preciosa y
empinada colina de Koza, que bien merece dos visitas. Aquí estamos como en
casa, pues conocemos las calles y los bares. Recuperamos la mochila que le habíamos dejado a la chica del hotel y nos venimos a la competencia para comparar (por si en algún momento nos animamos a escribir una guía). Aquí
estamos ahora, en el bar del Campamento Flamboyant
(habitaciones con ventilador, mosquitera y agua corriente y caliente por 7000 FCFA), bebiendo una cerveza muy fría (a 800 FCFA),
escuchando el Himno de la Alegría con unos señores del lugar y preparando la próxima
etapa: Rhumsiki.