lunes, 12 de marzo de 2012

Viaje al Extremo Norte: País Kapsiki

Día 11. Martes 22 de noviembre de 2011: Rhumsiki 

Valle a los pies de Rhumsiki

Hoy nos toca uno de los objetivos del viaje: la excursión por las montañas de Rhumsiki. Todo el mundo nos lo ha recomendado y además tenemos ganas de dejar aparcada la moto y andar por el campo. Después del magnífico desayuno que nos ha preparado "Don Quijote", nos ponemos en marcha con nuestro joven guía y atravesamos el pueblo en dirección a Nigeria. Por delante tenemos dos días de andanzas.

Casas de artesanos en el valle
Vistas desde el fondo del valle

Desde el fondo del valle las montañas parecen inaccesibles, pero es temprano y el paisaje es tan espectacular que no nos importa caminar arriba y abajo. Nos dirigimos a la frontera con Nigeria, que es simplemente el paso de una roca a otra (sin barreras ni banderas). Así que ponemos un pie en cada país, nos hacemos una foto y continuamos nuestro camino por la zona camerunesa hasta las casas donde están trabajando unos artesanos. Ya son casi las 10:30 y debemos subir la montaña antes de que el sol empiece a picar de verdad.

montañero
montañera

Subimos junto a la roca principal hasta el punto de encuentro: un árbol al lado del camino hasta donde vendrá "Don Quijote" a traernos el picnic. Mientras esperamos, aparecen por sorpresa los componentes de la ONG Zerca y Lejos con Juan y Bouba. En su jeep vienen nueve personas que tras su periplo por Tourou, aprovechan para hacer un poco de turismo. ¡Al final nos hemos podido ver!

descansando después de la dura subida
Don Quijote nos trae el picnic en moto

Después de comer, emprendemos la segunda parte del día con el objetivo de llegar a Rufta a dormir. Antes, bajo un tremendo calor, pasamos por el mercado de un pueblecito, bebemos bil-bil y nos encontramos además con la mamá que nos va a acoger en su casa. 

De camino a Rufta
peluqueros
en el mercado
bebiendo bil-bil (cerveza de mijo) en calabaza

Cuando nuestra anfitriona termina su compra en el mercado, nos guía por un camino durante más de dos horas hasta el pueblo donde está su casa.

la mamá nos guías hasta su casa, donde nos dará de cenar

No ha estado nada mal la jornada, con muchas aventuras, y después de cenar cus-cus de maíz con salsa foleré bajo el cielo más estrellado que hemos visto nunca, descansamos en la casa que está muy bien puesta. Tenemos así la oportunidad de ver cómo viven en la actualidad las familias kapsikis.

pueblo kapsiki
¡encantados de conoceros!

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