sábado, 28 de julio de 2012

Gambas a la kribienne

Domingo 4 de diciembre: despedida de la playa camerunesa

Grand Batanga
Toda la playa para nosotros

Nos levantamos y vemos que estamos solos en la casa. En la playa encontramos las pertenencias de todos los demás, pero no hay nadie. De pronto vemos cómo pasa mucha gente del pueblo por la playa corriendo y al rato vemos cómo vuelven transportando algo grande en un carro. Poco a poco nos vamos dando cuenta de lo que está pasando. Medio pueblo va por la playa con partes de una tortuga gigante que han encontrado por la mañana. Dicen que se ha enganchado en las redes de un pescador y que la han tenido que matar para sacarla (esa es la versión que nos dan a los blancos). Gracias a dios no vemos la masacre que han hecho con ella, el resto del grupo sí lo ha presenciado y dicen que mejor no haberlo visto. Para todo el grupo el shock es bastante grande ya que la noche anterior nuestra patrulla consistía en evitar precisamente esto… Félix y el becario sólo han podido salvar algunos huevos de la tortuga… Nos vamos de Ebodjé con una sensación muy extraña, pues en teoría este es un pueblo donde trabajan por la protección de las tortugas, pero bueno también tienen que comer, así que todo lo que viene del mar bienvenido sea.

playa camerunesa
Jaime despidiéndose de Grand Batanga

Camino de vuelta a Kribi paramos en Grand Batanga para saborear las famosas gambas a la kribienne. El menú está compuesto por gambas, pescado, arroz, fruit de pan y langosta. Todo buenísimo -cocinado en una hoguerita en la playa- y el marco incomparable. Una playa kilométrica sin nadie a la vista, palmeras y sol. Aquí volvemos a coincidir con más españoles, un matrimonio catalán que va a montar una ONG y una de las chicas de Kribi de Españoles por el mundo.

Gambas a la kribienne
Comida en familia, nuestras últimas gambas camerunesas

Se nos ha hecho un poco tarde y tenemos la mala suerte de que cuando llegamos a coger el autobús acaba de salir uno y tenemos que esperar a que se llene otro. Mientras la pobre Amparo, compañera de Vanessa y Carlos en la Embajada, nos está esperando para cenar. Al final los temores de Carlos se cumplen y salimos tarde, lo que conlleva conducir de noche durante gran parte del viaje. Tenemos un viaje movidito, delante de nosotros se sube en el último minuto un hombre bastante borracho y a su lado un cachas. El borracho se duerme y el otro le pega unos golpes increíbles para que se despierte, pero no hay manera. Al lado de Carlos va un chaval que también va bastante contento (conoce a Carlos de ver el futbol en el Higuita), pero por lo menos ese va en plan graciosillo. Pero como dicen, allí donde fueres haz lo que vieres, Raquel, que está hecha polvo, decide intentar dormir sobre las piernas de Jaime, con tan mala suerte que el sector trasero comienza a preguntar a voz en grito “¿Dónde está la rubia, eh? (ya podéis imaginar lo que parecía… ¡ay! esta chica nunca aprenderá).

taxi camerunés
Sin fotos del autobús, pero sí del taxi con Ana y Santi

Llegamos a las 9 a Yaundé y vamos directos a casa de Amparo, donde todavía nos están esperando, cenamos las famosas brochetas de Sergio y conocemos a Irene, Clara e Iván -el resto del equipo de nuestro próximo viaje-. Sobre las 11 nos vamos a casa a descansar y a preparar todo. Mañana empieza la aventura en la brousse.

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