Martes 6 de diciembre: perdidos por los caminos
Nos
levantamos a las 6 de la mañana los dos con síntomas de diarrea del viajero. Empezamos bien la semana, sobretodo porque tenemos 11 horas de viaje en
la furgoneta por pista -desde Bertua ya no hay carretera asfaltada-. Parece que no va a más, así que nos ponemos en marcha. Paramos a
desayunar y a comprar agua para ¡¡toda la semana!! -porque nos vamos a la selva de verdad de verdad, donde no hay agua ni nada-, compramos bollería en la
boulangerie y comenzamos el viaje. Yo, en mi línea, estoy un poco indispuesto y no desayuno
nada.
El primer pueblo al que tenemos que llegar es
Batouri. En la parte delantera vamos Carlos y yo y rápidamente empezamos a
desesperarnos. Nos damos cuenta de que la
furgoneta no es el vehículo idóneo para estas pistas de tierra, porque además de no ser 4x4, no tiene aire acondicionado y tenemos que ir con las ventanillas abiertas para no asfixiarnos, así que no para de entrar polvo y más polvo. Además, debe de ser la primera vez que el conductor se ve en una de estas, pues conduce a menos de 20 km por hora.
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Ya en ruta a las 7:00 de la mañana |
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¿Nos habremos perdido? |
En la parte de atrás de la furgoneta van las
mochilas y algunos palés de agua. Los pasajeros vamos repartidos por el resto de asientos y rotando, ya que en la parte delantera se va un poco más cómodo y sobretodo no
hay tanto polvo. Todos vamos con la
mayor parte de la cara tapada con pañuelos, y aún así llegamos a
Yokadouma completamente
rojos del polvo de las pistas. El viaje se está haciendo eterno y no vemos
seguro llegar a Camp Kombo (Mambele) a
una hora prudente.
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A pesar de los pañuelos a lo bandolero... |
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... acabamos llenos de polvo |
En Yokadouma está una de las pocas
gasolineras desde Bertoua y no habrá otra en el camino, así que paramos a
repostar, pero ¡no hay gasolina! Esto cada vez se pone más negro, pero como en Camerún siempre hay solución, al final conseguimos que unos particulares nos vendan y
reanudamos la marcha. Se hace de noche y no vemos nada, vamos pasando pueblos y más pueblos sin saber ni dónde estamos, pero al final, después de más de 12 horas llegamos
a
Mambele.
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Seis horas de viaje por pista para llegar a una gasolinera sin diesel, no tiene precio |
Nos recibe la gente de WWF (en el campamento
Camp Kombo) y nos asignan las cabañas. Estamos
dentro de la selva y los
sonidos de la noche son espectaculares. Contra todo pronóstico, nos tienen la cena preparada (estofado de ternera, pasta y arroz). Yo me limito a probar
la carne y como un plato de arroz, ya que no quiero forzar la situación.
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Al menos cenamos caliente en nuestro campamento |
Bueno, bueno, se nos ha olvidado mencionar lo buenísimos que estaban los bollos de Bertua...
ResponderEliminarY señores blogueros, también echo de menos, una foto muy buena mía que demuestra a la perfección las consecuencias de ir con las ventanillas abiertas todo el camino, jajaja.
Tenías toda la razón, faltaba LA foto!! Estaríamos pensando en la playa en lugar de en el blog ;)
EliminarMe encanta tu foto Raquel jaja. Ni Nadal acaba asi despues de un partido de tenis en roland garros jejeje. Diana
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