Lo primero es disculparnos por el retraso de esta entrada. Llega con varias semanas de retraso pero no deja de ser interesante o eso esperamos.
Pocos aventureros se animan a venir a visitarnos, así que adoptamos como si fuese de la familia a cualquier español que se atreve a aparecer por Camerún. Hasta el momento nos habíamos conformado con enseñarles Yaoundé y como mucho, mandarlos a ver gorilas al centro de recuperación de primates de Mfou. Pero ahora que somos un poco más cameruneses, nos atrevemos a salir de nuestro territorio e irnos con la visita de viaje por el oeste.
Pocos aventureros se animan a venir a visitarnos, así que adoptamos como si fuese de la familia a cualquier español que se atreve a aparecer por Camerún. Hasta el momento nos habíamos conformado con enseñarles Yaoundé y como mucho, mandarlos a ver gorilas al centro de recuperación de primates de Mfou. Pero ahora que somos un poco más cameruneses, nos atrevemos a salir de nuestro territorio e irnos con la visita de viaje por el oeste.
La semana cultural en Dschang no fue solo trabajo, aprovechamos cualquier minuto para escaparnos a descubrir las chefferies (jefaturas) de la zona. La curiosidad (profesional y personal) de Alberto es insaciable y gracias a esto conseguimos introducirnos un poco en la cultura bamileké. Fuimos a visitar a un jefe y aunque no era uno de los de toda la vida, tuvimos que simular que sí lo era y seguir las costumbres, como por ejemplo no tocarlo (al saludarlo no se le da la mano, se dan tres palmadas). No era un jefe tradicional, antes era policía y trabajaba en un cruce de la carretera. Tanto se aburría en ese enclave que compró un terreno, se construyó un palacio para él y un mercado para la gente de su pueblo. Se plantó el traje y las joyas tradicionales y se erigió en jefe del pueblo. Ahora recibe a los turistas con aire de misticismo y superioridad y a la salida les da un recibo.
También visitamos la chefferie de Foto en Dschang, donde el jefe había muerto dos semanas antes y sus 27 mujeres estaban de luto. Más bien toda la gente que dependía del jefe, pero especialmente ellas. La viudas deben permanecer hasta el día del entierro en una sala todas juntas donde duermen, comen y pasan el tiempo a la espera del entierro, compartiendo el sufrimiento. No pueden entrar a sus casas, pues todas las puertas son selladas el día que muere el jefe y no se vuelven a abrir, sino para el nuevo soberano. La imagen fue impactante, encontrar a las mujeres tiradas en el interior de una casa, que más parecía una cuadra, con la frente cubierta con una hoja de árbol del bosque sagrado y una botella de vidrio llena de más hojas del bosque sagrado.
El 12 de junio es el funeral del jefe y será ese día cuando descubran quién es el nuevo chef del village. El jefe anterior ya ha dejado dicho quién será su sucesor, pero hasta ese día no se hace oficial. Sea quien sea el elegido y viva donde viva (aunque sea en Estados Unidos no se puede negar a ser el nuevo jefe.
La suerte (o la mala suerte) nos llevó a estar presentes en la fiesta nacional camerunesa en la que se celebraban además los cincuenta años de la independencia y la reunificación. Un desfile de más de tres horas con lluvia incluida e insignias para las personas más importantes y trabajadoras de Dschang.Vimos desfilar más de 60 colegios (pero con suerte ninguno nos cantó de nuevo el "Arriba España").
Nuestra última parada fue Foumban, una de las ciudades con más historia de Camerún. Un día lluvioso y frío nos acompañó en toda la visita pero eso no nos impidió visitar la ciudad, el palacio del Sultán y el mercado de artesanía. Conocimos toda la historia del sultanato en la visita guiada al museo del palacio e incluso le acompañamos desde su palacio a la mezquita. Era viernes y siempre que está en la ciudad sale y va andando hasta la mezquita para rezar con todo el pueblo. Fue un pequeño trayecto a pie que nos impresionó y nos trasladó a la época medieval. (Nada tienen que envidiar las ferias medievales de Auñón o de Arbancón).
El mercado de artesanía es uno de los más importantes de Camerún, según los lugareños de toda África. Se puede encontrar de todo y como siempre hay que saber regatear para obtener lo que quieres sin pagar una barbaridad. De artesanía compramos de todo, como se puede ver en el pequeño altar que ahora tenemos en casa.
Otro viaje más a apuntar a nuestra cuenta y una experincia más. Están siendo demasiadas en muy poco tiempo y contarlas en el blog nos ayuda a asimilarlas.
También visitamos la chefferie de Foto en Dschang, donde el jefe había muerto dos semanas antes y sus 27 mujeres estaban de luto. Más bien toda la gente que dependía del jefe, pero especialmente ellas. La viudas deben permanecer hasta el día del entierro en una sala todas juntas donde duermen, comen y pasan el tiempo a la espera del entierro, compartiendo el sufrimiento. No pueden entrar a sus casas, pues todas las puertas son selladas el día que muere el jefe y no se vuelven a abrir, sino para el nuevo soberano. La imagen fue impactante, encontrar a las mujeres tiradas en el interior de una casa, que más parecía una cuadra, con la frente cubierta con una hoja de árbol del bosque sagrado y una botella de vidrio llena de más hojas del bosque sagrado.
El 12 de junio es el funeral del jefe y será ese día cuando descubran quién es el nuevo chef del village. El jefe anterior ya ha dejado dicho quién será su sucesor, pero hasta ese día no se hace oficial. Sea quien sea el elegido y viva donde viva (aunque sea en Estados Unidos no se puede negar a ser el nuevo jefe.
La suerte (o la mala suerte) nos llevó a estar presentes en la fiesta nacional camerunesa en la que se celebraban además los cincuenta años de la independencia y la reunificación. Un desfile de más de tres horas con lluvia incluida e insignias para las personas más importantes y trabajadoras de Dschang.Vimos desfilar más de 60 colegios (pero con suerte ninguno nos cantó de nuevo el "Arriba España").
Nuestra última parada fue Foumban, una de las ciudades con más historia de Camerún. Un día lluvioso y frío nos acompañó en toda la visita pero eso no nos impidió visitar la ciudad, el palacio del Sultán y el mercado de artesanía. Conocimos toda la historia del sultanato en la visita guiada al museo del palacio e incluso le acompañamos desde su palacio a la mezquita. Era viernes y siempre que está en la ciudad sale y va andando hasta la mezquita para rezar con todo el pueblo. Fue un pequeño trayecto a pie que nos impresionó y nos trasladó a la época medieval. (Nada tienen que envidiar las ferias medievales de Auñón o de Arbancón).
El mercado de artesanía es uno de los más importantes de Camerún, según los lugareños de toda África. Se puede encontrar de todo y como siempre hay que saber regatear para obtener lo que quieres sin pagar una barbaridad. De artesanía compramos de todo, como se puede ver en el pequeño altar que ahora tenemos en casa.
Otro viaje más a apuntar a nuestra cuenta y una experincia más. Están siendo demasiadas en muy poco tiempo y contarlas en el blog nos ayuda a asimilarlas.
yo me dejo llevar a todas las expediciones que queráis!!!
ResponderEliminarqué ganas de llegar!!!
abrazos y nosvemos en nada!!!
Esa camiseta ¡como mola!
ResponderEliminarY come algo que te vas a quedar en los HUESOS!!
vuestra hermana está cerca pero no tiene móvuil activo, no tiene email (bueno una version modem a lo 1999) y está bien.
¿y vosotros?
Ya hemos visto a Isabel en Madrileños por el mundo
Saludos desde Madrid
Ernesto
hola chi@s... en breve estaré de ruta por camerún! os iré siguiendo la pista.
ResponderEliminarSaludos desde Barcelona :)
Eso Coque... te estás quedando en los huesos...
ResponderEliminarYa nos echaremos una partida a ese juego que veo que habéis comprado. alicia