martes, 21 de septiembre de 2010

La rutina

Desde mi llegada a Camerún las entradas en el blog se han reducido considerablemente. En las semanas que Vanessa pasó sola en Yaundé, el blog sirvió como medio de comunicación entre nosotros, unido al skype y al correo. Pero desde entonces una entrada semanal está siendo mi aportación a este diario particular.

Muchos creen que nuestra vida camerunesa es un ir y venir de historias increíbles, de anécdotas continuas y de aventuras inverosímiles. Y puede que sea así, visto desde fuera, pero para nosotros no es más que el día a día. Vanessa en el centro cultural con su trabajo, lidiando con gran cantidad de personajes y yo en el colegio peleándome con una marabunta de niños y de cosas por hacer.

Es verdad que luego intentamos que las horas libres sean entretenidas, aunque nuestra adicción a series (y al proyector) nos roba mucho tiempo (ahora mismo estamos inmersos en la segunda temporada de In Treatment). Aun así hemos hecho muchas cosas en estas semanas. Lo principal es que hemos aprovechado los últimos días en Camerún de Gonzalo (el cónsul) para pasar más tiempo con él fuera del trabajo, y así conseguimos cruzar los muros de la fortaleza que es la embajada de Francia para su cena de despedida. También logramos llevarle por fin a la briq (barrio musulmán) a que probase los pinchitos del 50/50 (cinquante-cinquante), sitio de referencia en cuanto a brochetas de carne se refiere.

Y no sin mucho esfuerzo, hemos conseguido también que arreglasen (¿completamente?) las averías de los baños después de dos meses de peleas con la propietaria, el fontanero, el encargado de mantenimiento y entre nosotros.

Por otra parte, hemos comprobado que el baloncesto no es tan seguido como el fútbol y para ver los partidos del Mundobasket nos hemos tenido que que pelear con los aficionados al karate que no querían cambiar de canal. Menos mal que íbamos con Matteo, el italiano, que impone más que nosotros.

A mí me ha dado tiempo a hacer de cicerone con los voluntarios del colegio (Marina, la bailarina y Miguel, el gemelo), tanto visitando la ciudad como conociendo la vida nocturna de Yaundé (bailes incluidos en el Carrousel, un famoso cabaret). Por su parte Vanessa se ha apuntado con Nieves a unas clases de gimnasia en la iglesia ortodoxa con vistas a la temporada de playa que empieza dentro de nada. Y Coque se ha apuntado a nuestras sesiones de yoga casero, dado que desde que ha vuelto de España todos le dicen "estás gordete".

iglesia ortodoxa por la mañana, gimnasio por la tarde

El problema es que no siempre llevamos la cámara con nosotros y creemos que las anécdotas sin fotos no resultan completas. Así que aquí queda un resumen textual de esta última semana a la espera de la llegada de Albert, el fotógrafo (nuestro futuro compañero de piso), de la vuelta de las lectoras (Ana y Dene), de nuestro primer encuentro con Javier Clemente y del inicio del Club de Lectura.

1 comentario:

  1. Rutina pero con muchas novedades!! habeis ido al Carrousel?! Coque en las clases de yoga, Gonzalo en el 50/50 y vuelve Albert! qué bueno! y que nostalgia :)

    besos a los dos! Isabel

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