Nuevos vecinos

Para quien no lo sepa, siempre hemos estado fascinados por los vecinos. Nos encanta inventar falsas historias sobre ellos y en alguna ocasión esta fascinación se nos ha escapado de las manos, pero esa es otra historia que no viene al caso.

 

En Camerún no hemos cambiado nuestros hábitos de espías (o cotillas) y en cuanto llegamos al edificio nos interesamos por los chinos que vivían en los bajos y por la rusa del segundo. Poco a poco fuimos conociendo parte de sus vidas (o al menos eso creíamos) gracias a los escasos encuentros en la escalera y por boca de los guardianes. Descubrimos que los chinos se dedicaban a hacer pozos y a emborracharse y correr por los pasillos en calzoncillos los sábados por la noche. Pero de un día para otro se marcharon y pensamos que se había acabado la diversión, pero nada más lejos de la realidad.

 

En el bajo que dejaron libre se instaló la Asociación Nacional de los Amigos del Presidente Paul Biya (ASNAPREBI). Si ya la remodelación del piso fue un acontecimiento (moqueta roja por toda la casa), no menos espectacular fue la puesta en marcha de la asociación. Banderas en el jardín de casa para no olvidar con quien vivimos y una gama de coches de lujo en el aparcamiento del edificio. En realidad, (todavía) no sabemos bien de qué se encargan o a qué dedican el tiempo libre, pero lo que es cierto es que la seguridad del edificio y la nobleza del mismo han aumentado considerablemente.

Además al segundo piso se han mudado las "ingenieras", como se conoce, entre la colonia española, a las expatriadas de Ingeniería Sin Fronteras (o mejor Enginyeria Sense Fronteres), que no solo dan mucho más juego y son más simpáticas que los amigos de Paul Biya, sino que hacen una lasaña y un brownie de chuparse los dedos.