¡Valientes en Yaundé!

Dani y Diana son los dos últimos valientes que se han atrevido a venir a vernos a Yaundé. Todas las visitas que hemos tenido han pisado Camerún con un poquillo de miedo y todas se han ido encantadas con la experiencia y deseando llegar a Lavapiés para poder saludar a los africanos con el chasquido de dedos y con el c’est comment, mon frere?

No es que la vida te cambie por venir de vacaciones a África, pero sí que te permite ver el mundo con otros ojos (y a nosotros estas visitas nos enseñan Camerún en versión Iphone).

Dani y Diana han estado dos semanas aquí, tiempo suficiente para enseñarles nuestra vida cotidiana en Yaundé y disfrutar de algunos encantos del país.

La primera semana compartieron nuestro (intenso) día a día y conocieron a nuestros amigos. Visitamos nuestros lugares favoritos, como la Briqueterie, donde compraron un millón de telas y recuperaron fuerzas con un delicioso arroz senegalés; el mercado de Nkoleton, donde hacemos nuestra compra de frutas y verduras; Laking, en el centro de la ciudad, donde compraron más telas; el colegio en Simbock, donde conocieron a Yudith, la exjefa de Coque e hicieron entrega de los balones oficiales de la LFP; los cafés en La Terrasse y en el Sintra; y un largo etcétera.

Incluso dio tiempo a que la costurera viniese a tomar medidas para confeccionar unos modelitos de vestidos y camisas con telas africanas que causarán sensación en Madrid.

Sin olvidarnos, por supuesto, de las salidas nocturnas a los locales de moda: el Sweet Kiss, el Bunker y el Paralell, cabaret en el que bailamos (y cantamos) todos los éxitos nigerianos. 

 

Uno de los días, para salir un poco de la gran urbe, nos fuimos de excursión a Mbalmayó, donde disfrutamos de un paseo en canoa por un río inmenso en medio de la selva y aprovechamos además para visitar el sorprendente Instituto de Formación Artística.

 

Y la aventura no había hecho más que empezar...