domingo, 29 de noviembre de 2009

Luces de Navidad

Sobrevolar el Sáhara ha sido la sensación más extraordinaria de toda la aventura africana. Quizás por los nervios del viaje o quizás porque fue el momento en que realmente nos dimos cuenta de que el avión esta vez no aterrizaría en Marruecos, sino que continuaría bajando hasta un lugar del que no sabíamos absolutamente nada. Dentro de tres semanas volveremos a sobrevolar el desierto, esta vez en dirección contraria y de noche. Lo viviremos con otros nervios, los de volver a casa con miedo al frío y con ganas de abrazaros. Esta vez no podremos disfrutar de los kilómetros infinitos de arena, no veremos nada.
¡Qué diferente es la noche africana de la noche europea!



Pasaremos de la oscuridad más absoluta a las miles de luces de Navidad que iluminan Madrid.

1 comentario:

  1. Tranquilos, que aqui no hace nada de frío... ejem... nada... de... ejem...

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